El teatro vuelve al Tívoli con “El método Grönholm”

Desde que en septiembre de 2004 se representara por primera vez en Madrid, “El método Grönholm”, un texto del dramaturgo Jordi Galcerán sobre los procesos de selección de personal en el marco de las grandes corporaciones, lleva más de quince años cosechando éxitos sobre los escenarios, contando además con su versión en cine, merecedora de dos Premios Goya en 2008.

El próximo sábado, 12 de diciembre, este fenómeno teatral que sigue abordando con acidez cuestiones universales y de plena actualidad, aterrizará en el Centro Cultural Tívoli, de la mano de Olympia Metropolitana y poniendo sobre las tablas a cuatro autores punteros en la escena valenciana: Ferran Gadea, Diego Braguinksy, Silvia Valero y Jordi Ballester. Bajo la dirección de Rebeca Valls, quien también se pone en la piel de una de las aspirantes, y Gemma Miralles, la función de “El método Grönholm” en el Tívoli comenzará las 20h y las entradas para disfrutarla, con un precio de seis euros, ya se pueden adquirir a través de Servientradas.

La trama coloca sobre el escenario a cuatro aspirantes a un cargo de alto nivel en una de las más prestigiosas empresas multinacionales, que se presentan para la prueba definitiva. Ésta sigue un procedimiento nada convencional: el llamado método Grönholm. Los aspirantes deberán enfrentarse conjuntamente a una serie de “juegos” crueles, basados en técnicas reales de selección de personal. Las absurdas pruebas propuestas por los psicólogos de la empresa se convertirán en un combate donde la fiereza y la falta de escrúpulos parecen no tener límites. Sin embargo, la primera vuelta de tuerca de las muchas que contiene la obra, es cuando se sabe que uno de los cuatro es en realidad un empleado de la compañía, al cual tendrán que descubrir. Pero esto es solo el principio, el detonante de la comedia, en la cual los juegos y las trampas alcanzarán cotas insospechadas. La obra ilumina, con crudo humor, una época en la cual el paro y la precariedad laboral son una auténtica maldición. En el afán de conseguir un empleo, cualquier rasgo de humanidad ha sido abolido, y los aspirantes se ven reducidos a la condición de meras marionetas. Y la pregunta es: ¿hasta dónde estarán dispuestos a llegar los aspirantes para obtener el puesto de trabajo que siempre habían soñado?

El Centro Cultural Tívoli, que en noviembre registró más de doscientos espectadores en los espectáculos programados, sigue apostando por la cultura segura y mantiene activado un protocolo sanitario anti COVID-19 en todas las representaciones culturales programadas.