La emoción y el recuerdo de los ausentes protagoniza el primer acto fallero en Burjassot, tras la pandemia

El aclamado #Tornarem! que no se ha cansado de repetir el mundo fallero durante los últimos meses ha cambiado el tiempo verbal para tornarse presente: #Tornem! Con esta potente bienvenida, comenzó ayer, en el Auditorio de la Casa de Cultura, el primer acto fallero de Burjassot desde que, en marzo del 2020, la pandemia abriera un incierto y triste paréntesis en el seno de la fiesta valenciana. Ese paréntesis se cerró ayer con la reactivación de un calendario que, en Burjassot, tendrá sus días fuertes a primeros de septiembre.

Así ha tenido lugar, por fin y a pesar de la tórrida mañana del primer domingo de julio, el acto de imposición de insignias y recompensas, los deseados Bunyols d’Or, y la firma de los máximos representantes de cada comisión en el Libro de Honor del Ayuntamiento, todo organizado, con protocolo covid mediante, por la Agrupación de Fallas del municipio que dirige Iván Heredia Cortés, con la colaboración de la concejalía de Fallas, dirigida por Estefanía Ballesteros. Además, la mañana también sirvió para otorgar, por parte del Ayuntamiento, las Insignias de Plata de la Ciudad de Burjassot. Emocionados y envueltos en una cariñosa ovación, el Alcalde, Rafa García impuso las condecoraciones a Manolo Pastor, fallero de Espartero-Maestro Plasencia por su extensa trayectoria fallera y al propio presidente de la Agrupación y fallero de Llibertat, Iván Heredia, como reconocimiento a varios ejercicios, este último especialmente complicado, dedicados por entero a las fallas de su pueblo.

 La firma de las falleras mayores y de los presidentes de 2021 en el Libro de Honor del Ayuntamiento y el nombramiento del Alcalde, Rafa García, como Fallero de Honor de las trece comisiones de Burjassot, dio paso al himno de Burjassot y al himno de la Comunidad Valenciana para embargar de una emoción colectiva a toda las personas que habitaban, arriba y abajo del escenario, el Auditorio de la Casa de Cultura. Una emoción que se palpaba fuerte en el ambiente desde que Quique Soria abrió el acto diciendo “Tornem!” y que tuvo muy presente, todo el rato, a los ausentes, a todos y todas a los que se echará mucho de menos, a pesar de habitar, ya para siempre, en el alma fallera de Burjassot.