El CEIP Fernando de los Ríos planta tres árboles para el recuerdo de Paco, Toni y Urbano

8 julio 2021|Burjassot

Un Ginkgo Biloba, en memoria de Paco Masquefa; un laurel (Laurus nobilis), en memoria de Toni (García) Ananda y un cerezo (prunus avium), en memoria de Urbano Madrigal. En el jardín  del CEIP Fernando de los Ríos de Burjassot crecen, desde hoy, tres nuevos árboles. Símbolos universales de vida, de fuerza y de esperanza, con su plantación el centro educativo ha querido rendir homenaje a Paco, a Toni y a Urbano, fallecidos los tres recientemente y vinculados estrechamente al centro y a su comunidad educativa. Tres árboles para el recuerdo y en memoria de los tres ausentes.

Para celebrar este sencillo pero muy emotivo homenaje, la familia del CEIP Fernando de los Ríos ha contado con la presencia de diferentes familiares y amistades, además de la compañía de la concejala de Educación del Ayuntamiento de Burjassot, Manuela Carrero. De todos ellos, el centro ha recibido diversas muestras de afecto y de gratitud por impulsar este simbólico gesto.

Cuando una persona querida se marcha, necesitamos encontrar ese lugar hermoso, calmado y lleno de amor, desde el que recordarla, honrando la vida que hemos compartido. Un lugar especial que nace dentro y que, poco a poco, somos capaces de abrir de nuevo al mundo dando las gracias por su existencia. La semilla que ellos, Paco, Toni y Urbano plantaron un día en nuestros corazones, ahora germina en forma de tres árboles que son templo de amor. Sus raíces crecerán, se afianzarán en la tierra, florecerán y su legado será duradero. Si sabemos escuchar, podremos oír el latido de vida que vive dentro de ellos y traerlos de vuelta a nuestro recuerdo eterno” es parte del emotivo texto que se ha leído durante el homenaje.

En cuanto a los ejemplares escogidos, cabe decir que el Ginkgo Biloba es un árbol de tal robustez que sería capaz de sobrevivir a la bomba atómica de Hiroshima y “como símbolo de vida y renacimiento como un gran ave fénix, portador de esperanza y paz se ha dedicado Paco Masquefa, quien fue inspector de Educación por su fortaleza, amabilidad y sabiduría”. El laurel es símbolo de recompensa y maestría desde el inicio de los tiempos y constituye una alegoría de la victoria, la libertad, la sabiduría, la creación artística …de manera que es “el árbol dedicado a Toni (García) Ananda por ser para siempre nuestro laureado maestro y poeta eterno”. Por último, el prunus avium, el cerezo, es para Urbano. La flor del cerezo ha sido representativa, durante siglos, de los samuráis, por la creencia de que al igual que la flor, su vida podía ser muy corta pero la semilla del interior de la cereza, es poderosamente fuerte e íntegra, como el corazón de un guerrero. “Símbolo de belleza, sencillez, pureza e inocencia, el cerezo crece ya con el espíritu de Urbano Madrigal, de corazón alegre y generoso”.